Si el destino existiera y fuera posible capturarlo en un instante, sería en el momento presente del ahora eterno, porque los sentimientos no conocen tiempo, ni distancia, son ilimitables e infinitos, en cualquiera de sus formas posibles, siendo la misma energía fluyendo eternamente, sin dimensiones, sin perímetros y sin límites establecidos por una mente condicionada por la humanidad. Por ello y por todo, somos Almas eternas en continuo crecimiento, donde siempre nos encontraremos en el infinito del tiempo en todas sus apariencias. Siempre conectados por esta hermosa energía, en la que sentirnos es la fortuna más valiosa de un amor sincero. Acepta y fluye con el momento que estás viviendo, y date la oportunidad de experimentar lo efímero de lo corpóreo y el infinito del Ser.
Así pues pongo voz y me visto de palabras, que no son solo letras plasmadas en un papel, sino la esencia de un Ser que se viste los sentimientos, igual que una ropa viste un cuerpo, esa soy yo vestida en tinta para ti, porque al oírme y sentirme mis letras cobran vida … estamos más cerca de lo que parece.