Los sueños no se detiene, no mueren, están latentes en nosotros esperando que les demos su oportunidad, su momento de renacer y de vivir .Los vamos aplazando con excusas, con justificaciones basadas en los demás, en el que dirán, en los miedos, en los momentos en los que nos creemos más vulnerables.
Pero ellos no desfallecen, se mantienen fieles a nosotros, nos van poniendo pequeñas semillas a nuestros pasos para hacerse sentir, para que los recordemos; esos momentos en los que las circunstancias parecen que se precipitan en ti, y te hablan por medio de tu entorno, sí, son ellos llamando a tu Ser, recordándote que no abandones, que aún tienes por hacer, que sigas invirtiendo en lo que realmente eres, en quien sabes que tienes que llegar a ser.
Incansables y leales, no importa cuánto tiempo durmieron ,o creíste que murieron en cualquier momento en tu vida; ellos no, siguen llamándote en pequeños espacios, con pequeñas señales, que reconoces ,y te alertan de que no puedes dejar pasar sin despertar que eres, sin aflorar lo que llevas dentro y no puedes negar, porque no descansarán hasta que lo consigas, hasta que aflores quien llevas dentro ,y consigas despertar de quien lo envolvió en rutina, monotonía y soledad que rozaba la tristeza ,porque no puedes callar lo que el silencio no esconde, no puedes ocultar en tu mirada lo que en ti vive, y no podrías jamás ser feliz sino afloras y despiertas quien verdaderamente hay en TI.